Grandes maestros 2


Hoy quiero hablar de esas personas que te encuentras en el camino de la vida, esas personas que nos ayudan, nos apoyan, y sobre todo nos enseñan. Aunque soy una defensora nata del egoísmo sano, ese que dice que tienes que ponerte el primero de tu lista, y no me canso de repetir que la persona más importante de tu vida eres tú, aun así nunca me cansaré de dar gracias a quienes están a mi lado, a quienes lo han estado e incluso a los que están por llegar.

He tenido la suerte de tener unos padres maravillosos, mis primeros maestros, quienes me enseñaron lo que no se aprende en la escuela, quienes me mostraron con su ejemplo una forma de vivir, me enseñaron que partiendo siempre desde la humildad se puede llegar al cielo dejando entre medias enormes cantidades de amor.

Además fueron tan generosos que para que nunca estuviera sola me hicieron el mejor de los regalos, un hermano, que llegó antes que yo para alisarme el camino. Él fue mi primer amigo, quien me enseño a pelear, a negociar y a perdonar. Con los años y las experiencias compartidas se ha afianzado una relación que no cabe en estas líneas. Hoy ya es un maestro, un aliado, un amigo, hoy sé que es mi otra mitad.

Con el tiempo fue llegando más gente, crecí y tuve más y más experiencias con las personas que se cruzaban en mi camino. He pasado por distintas fases, me he rodeado de distintos grupos de personas y me he enriquecido de todas ellas; pero llega un momento en que toca elegir. Crecer, evolucionar, seguir adelante va acompañado de un cambio que muchas veces significa alejarse de quienes te rodean.

Sí, yo también me he sentido sola, rodeada de mucha gente pero totalmente incomprendida. Hay momentos en la vida que tu mundo, ese que te has creado tú, es tan confuso que no sabes bien con quien compartirlo. Y en ese momento aparece alguien, y te escucha, y además te entiende, resulta que habla el mismo idioma que tú, puede que aún no lo sepas pero es un gran maestro para ti.

Todas las personas que pasan por tu vida, incluso las que te hacen daño, sobre todo las que te hacen daño, han venido a enseñarte algo. Tal vez en el momento no puedas verlo, las emociones nos emborronan los sentidos, pero con el paso del tiempo te darás cuenta de cuanto has aprendido.

Si he querido escribir este post es para decirte que si para algo hemos venido a este mundo es para aprender, y que todos somos grandes maestros. Si todavía no has descubierto que es lo que has venido a enseñar no te preocupes, utiliza tu tiempo en ir aprendiendo.

Tómate un momento y párate a pensar en todas las personas que has conocido, incluso esas que te gustaría no haber conocido, ahora haz el esfuerzo de no juzgar. Busca que has aprendido de esa persona, no te pregunto si es algo bueno o malo, solo piensa en lo que le puedes agradecer.

Si al relacionarte con alguien aprendes la lección, seguirás adelante siendo un poco más sabio que antes, si te empeñas en mirar hacia otro lado o en valorar lo que no es importante una persona similar aparecerá y tendrás una nueva oportunidad para aprender eso que vino a mostrarte.

Yo me siento privilegiada por haber tenido tantos y tan buenos maestros, y estoy abierta a recibir a tantos que estarán por venir. Doy gracias todos los días por haber coincidido con personas que me ayudan y me quieren y me doy gracias a mi por quererles y mantenerles a mi lado.

Así que ya sabes, en este juego de la vida todos somos grandes maestros y todos podemos aprender de todos. Te invito desde aquí a que comentes tus experiencias y me cuentes sobre tus maestros, para gracias a ti seguir aprendiendo.

paisaje_arcoiris


Responder a Mamen Garrido Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 ideas sobre “Grandes maestros

  • Mª José

    Hola Mamen¡¡ como siempre me ha gustado mucho tu post, y mientras lo leía he pensado, yo soy una de esas personas que se ha cruzado por su camino 😉 Y como tu y yo sabemos nada pasa por casualidad, así que dejaremos que la vida nos sorprenda cada día…….