Hasta las mariposas se transforman para poder volar
Las personas desde pequeños aprendemos hábitos y maneras de pensar, de sentir y de comportarnos. A menudo repetimos patrones aun sabiendo que nos están perjudicando, y todo porque nos resistimos a cambiar.
El viejo refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer” es un claro ejemplo de lo equivocados que estamos. ¿Por qué conformarse con algo que no nos gusta cuando podemos optar por algo mejor? Por una falta de autoestima, por pensar que no somos capaces, por temor a ser juzgados, por no estar dispuesto a salir de nuestra zona de confort.
A veces las transformaciones duelen, pero una vez cambiados nos damos cuenta de que el proceso era necesario. Con un poco de ayuda puedes quitarte todos los fantasmas que te impiden avanzar. Cuando las cosas no sean como tú querrías recuerda que ¡si ti cambias, todo cambia!
Sé el cambio que quieres ver en el mundo
