Cada persona tiene una misión en la vida, una vez descubres cuál es la tuya es muy difícil mantenerte al margen. Hace tiempo que aprendí que no puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiarme a mi misma, y lo que es más importante ayudar a que otros cambien también.
El buscar el PARA QUÉ de las cosas que hacemos es lo que da sentido a nuestras vidas, es lo que nos motiva, nos impulsa, nos ilusiona y nos da fuerza. Desde este rinconcito quiero transmitir un mensaje, un modelo de ver el mundo que sea útil a los demás, para entre todos construir el mundo que nos merecemos.
¿Para qué puse en marcha este proyecto? para demostrarme a mi misma que puedo hacerlo, para aprender de las personas que me encuentre en el camino, para enseñar a otras personas que el mundo puede ser un lugar maravilloso, para poner un poco de luz en esas vidas que están a oscuras.
Quise tener un hueco para compartir mis reflexiones y mis aprendizajes, para inspirar a las personas que quieren cambiar y no saben cómo, y para ayudar a las que saben cómo y no se atreven.
Trata a las personas como lo que son y lo seguirán siendo, trata a las personas como lo que pueden llegar a ser, y lo serán
